Los días 24, 25 y 26 de enero se ha impartido el curso de Soporte Vital al Trauma Pre-hospitalario (PHTLS) como parte de la formación de los alumnos del Máster en asistencia extrahospitalaria y aeroevacuación medicalizada en situaciones de emergencias y catástrofes, en la Universidad de Málaga.

Sin duda ha sido para mi un acontecimiento muy importante y especial, por dos motivos principales, por un lado era volver, esta vez como docente, al que fué mi primer Máster relacionado con el mundo de las emergencias y que sin duda sembró la semilla del interes por este tema que tanto me apasiona, reencontrandome con compañeros de aquella primera edicióny con los que ya he podido coincidir a lo largo del camino es siempre una suerte. Por otro lado, participar en esta edición  me ha permitido obtener mi acreditación como Instructor del programa PHTLS por la NAEMT


Es la segunda vez que he podido participar en un curso PHTLS, en esta ocasión como Candidato a Instructor y puedo deciros que se disfruta de otra manera, pero se disfruta mucho.

Quién lo haya podido hacer alguna vez sabe que es una formación muy intensa, mucha materia, un manual extenso, clases teóricas y luego dos días intensivos de formación práctica y casos prácticos simulados, en los que sin duda te sacan de tu zona de confort y donde el trabajo en equipo se convierte en tu mayor aliado.


Ha sido el primer curso impartido con las recomendaciones de la Decima Edición que acaba de publicarse, con las últimas evidencias actualizadas y estoy deseando poder participar en nuevas ediciones.


De estas formaciones se sacan muchas cosas, no solo lo meramente teórico y práctico, también te ayuda a reflexionar y se llegan a algunas conclusiones personales, una de las que me llevo, se originó hablando con unos alumnos del grado de Formación Profesional de Técnicos de Emergencias Sanitarias, los cuales actuaban como víctimas de una forma brutal y poniendo a los alumnos al límite. Mientras tomabamos café reflexionabamos sobre como en muchas ocasiones a ellos, igual que me ha pasado alguna vez a mi y seguro que os ha pasado a algunos de los que estáis leyendo estas letras, nos tratan como Frikis de las emergencias, y ahí llego la buena reflexión:


Así que aunque muchos pudieran verlo como una burla, yo lo veo como un halago y una suerte, que seguramente incluso ellos, el día que necesiten ser atendidos en una emergencia, agradezcan que la persona que los asista sea un apasionado de su trabajo y haga todo lo posible por darle la mejor atención posible en ese momento tan delicado.


¿Y a ti? ¿Te pica el gusanillo de las emergencias?

Os seguiré informando de nuevas ediciones, así como de otras formaciones que puedan interesaros, en las que podamos compartir momentos por esta pasión que nos une. 

Para cualquier información que necesiteis, dudeis en escribirme en el correo o a través de las redes de Enfermero de Urgencias.